Estas son mis convicciones, y me he permitido el lujo de explicarlas en este capítulo con un pequeño toque de humor, porque evidentemente, para poder reírse de algo, antes, hay que aprender a hacerlo de uno mismo.
Os dejo con ellas... ¡Abrazos múltiples!
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Convicciones
Hola Carlos. Es fantástica la forma en la que describís el trastorno y un aliciente para todos aquellos que,como mi hijo también, tiene TDAH. Siempre supe q el potencial q tienen es enorme y q sabiendo encauzar correctamente la energía q emanan llegan a hacer y ser grandes "sabios".
ResponderEliminarUn cariño muy afectuoso
Carolina
Gracias Carolina¡
EliminarEse es el secreto, encauzar esa energía e imaginación tan típica en algo positivo y constructivo.
El cariño es mutuo, ¡un abrazo!
Jo! ... me sigo enamorando de ti con cada capítulo... MUACA!
ResponderEliminarY tú sonrojándome en cada comentario.,. jajajaja...
EliminarUn placer tenerte por aquí Ana¡¡¡
Me sorprendes en cada capítulo,no es nada fácil hablar de uno mismo como tú lo haces,enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Marian¡¡
EliminarA pesar de que en ocasiones no resulta fácil, yo siempre aconsejo hacerlo. Es una gran forma de que los demás puedan entenderte y valorarte.
Abrazos¡¡